viernes, 26 de agosto de 2011

El buceo es para todos: una experiencia con el buceo adaptado.

Participar de forma regular en actividades recreativas que impliquen ejercicio físico es beneficioso para la salud, tanto física como mental, de cualquier persona.  También es muy probable que esa persona, a través de una actividad compartida, vea enriquecida su vida social.
No es difícil imaginar lo importante que puede ser esto para una persona con una discapacidad física. Los beneficios de participar en una actividad como el buceo recreativo pueden ser enormes. Además de los aspectos positivos antes mencionados, la participación en una actividad de este tipo puede resultar enriquecedora  para el proceso de rehabilitación de esa persona.
Descubrir la libertad que proporciona la ingravidez del mar, contemplar las maravillas de un mundo vedado a nuestros ojos, disfrutar del silencio - sólo roto por la propia respiración- o sortear las únicas barreras que establezca el mar, son algunas de las incontables sensaciones que el buceo adaptado brinda a las personas con discapacidad. La libertad de movimientos que proporciona el medio acuático es una agradable sorpresa para todos aquellos que lo prueban por primera vez.
Para que las personas con discapacidad puedan tomar un curso de buceo  adaptado en piscina o tener una experiencia en el mar,  en condiciones de máxima seguridad, es necesario realizar toda una serie de adaptaciones tanto en el material utilizado como en la técnica y la logística.
En la búsqueda de ofrecer esas condiciones, bajo la tutoría de mi amiga y también instructora de buceo adaptado IAHD, Alejandra Jiménez, realizamos en días pasados el entrenamiento como Dive partners, primer curso de esta categoría ofrecido en la ciudad. El programa de Dive partner, está diseñado para permitir que buzos certificados y con experiencia en buceo, puedan acompañar a buzos en condición de discapacidad.